El reciente incidente del buque Maersk Saltoro, que transportaba más de 1.300 contenedores de cerezas chilenas con un valor superior a los 100 millones de dólares, ha puesto sobre la mesa un tema crucial para exportadores y aseguradores: los riesgos en el transporte de mercancías perecederas.
La embarcación, que debía llegar al puerto de Nansha, China, el 17 de enero, quedó varada debido a una falla en su motor, generando una demora de aproximadamente 20 días. Este retraso ha generado gran preocupación en los exportadores, ya que las cerezas perderán su ventana de venta óptima: el Año Nuevo Chino. En este contexto, los principales riesgos que enfrenta el propietario de la mercancía incluyen:
En el caso que tratamos, desde la perspectiva aseguradora, es importante aclarar que el seguro de transporte de mercancías cubriría únicamente el tercer punto: el daño de la carga durante el transporte. Sin embargo, la pérdida de valor en el mercado o la negativa del receptor a aceptar la mercancía no son riesgos asegurables bajo una póliza estándar de transporte de mercancías.
En casos como el del Maersk Saltoro, se ha mencionado la posibilidad de cobertura con la cláusula ICC(A) Frozen Food y la Frozen Food Extension Clause, que en ciertas condiciones podrían amparar pérdidas derivadas de la demora, siempre y cuando se demuestre que el deterioro fue consecuencia directa del retraso. No obstante, determinar la causa exacta del daño puede ser un desafío, ya que factores como la trazabilidad del producto en origen también influyen.
Para exportadores y transitarios que manejan mercancías perecederas, contar con una aseguradora especializada en transporte es clave. La agilidad en la gestión de siniestros, la capacidad de respuesta ante imprevistos y el asesoramiento en la contratación de coberturas adicionales pueden marcar la diferencia en situaciones como esta.